martes, 2 de septiembre de 2008

JAPÓN

Bueno, si alguien está preparando un viaje a Japón, le sugiero que, más que este, consulte este otro blog. Además hay un libro, "Un Geek en Japón" se llama, que a nosotros nos hizo de guía bastante mejor que la Lonelyplanet y otras que teníamos. De todas maneras, nosotros no somos muy de guías. Las compramos con antelación, las ponemos en la mesilla de noche para mirarlas antes de dormir, las metemos en la maleta y las llevamos en el bolso durante el viaje. Pero nunca las miramos hasta que no llegamos a casa. Nosotros somos más de improvisar. Esta manera de viajar tiene ventajas e inconvenientes, claro. Puede que te pierdas cosas interesantes, pero a nosotros nos gusta exprimir el factor sorpresa, preguntar por la calle, y decidir el camino sobre la marcha. Y eso fue más o menos lo que hicimos en Japón. Habíamos contratado las noches de hotel, y el Japan Rail Pass fue un regalo fantástico de Mon, Oli, Armando y Cía sin el que no eres nadie si quieres salir de Tokio.

Total, que después del concierto de Radiohead (que será objeto de otro post) allá que nos fuimos. 25 de Junio, era. Y la verdad es que suena a tópico, pero todo comienza a volverse "raro" en cuanto despega el avión. Aparte de que los japoneses tienen la manía de quitarse los zapatos a la primera de cambio, los cubiertos de plástico del avión se convierten en palillos, y en todas las intervenciones de las azafatas hay al menos una pelota de arroz implicada.

Cuando llegamos tuvimos que esperar un poco después de recoger las maletas, porque me había dejado las gafas en el avión (qué típico). Así que mientras hacíamos tiempo, Óscar aprovechó para ir al baño. Volvió al cuarto de hora muerto de la risa "ve, ve al baño", me dijo. Y...